En la actualidad, la mayor parte de las noticias de salud permiten confirmar que una buena proporción de las personas han experimentado durante su vida de algún tipo de cuadro de ansiedad, el cual se ha expresado mediante estados de alerta, taquicardias, sensación de peligro o de amenaza, ahogo o dificultades para respirar.
De todos modos, es clave comprender que la ansiedad no es una reacción espontánea, sino que hay todo un cúmulo de situaciones previas para que suceda.
Datos que usted debe conocer sobre la ansiedad
No se la puede considerar como una enfermedad
Quizá popularmente se piensa en la ansiedad como una enfermedad, pero es importante aclarar que:
- En realidad no es que algo esté funcionando mal en el cuerpo o en la mente.
- Lo que usted debe hacer es aprender estrategias para enfrentar la ansiedad y por ende dirigir su propia vida.
¿Riesgo de muerte?
Es común que las personas con este tipo de cuadro consideren que pronto van a morir. La recomendación en este caso es evitar pensar de este modo, pues el cuerpo va a continuar reaccionando de un modo determinado e indeseado ante el peligro.
- No es posible morir por la ansiedad, ya que no mata, al igual que sus síntomas.
- En ningún momento la garganta se va a cerrar o usted se va a quedar sin aire.
Una respuesta ante la amenaza
Lo cierto es que la ansiedad es un mecanismo natural, una respuesta que tiene el cuerpo ante amenazas. Sin embargo, ante el ritmo de vida que se lleva en la actualidad, la ansiedad no está cumpliendo con su función específica y está terminando por provocar que muchas personas vean en ella un problema.
En otras palabras, cuando la ansiedad no es funcional para el cuerpo y por lo tanto no ayuda, simplemente provoca malestar.
Provoca cambios relevantes
Puede que no lo parezca a simple vista, pero la ansiedad promueve ciertas modificaciones en el cuerpo:
- Ocasiona que en la mente pasen imágenes y pensamientos en relación a establecer una estrategia de huida.
- La parte muscular se pondrán tensión.
- Como acción fisiológica, se puede presentar sudoración, dolor de cabeza, taquicardia o molestias de tipo gastrointestinal.
La salud se resiente con el paso del tiempo
Debido a que esta clase de ansiedad no es funcional para el organismo, si se mantiene en el tiempo, el sistema inmunitario se va a debilitar, van a presentarse cuadros de depresión, insomnio e inclusive de pérdida de memoria a corto plazo.
Resulta entonces fundamental identificar el origen de la ansiedad y así garantizar que cumpla con su función natural.