El rooibos o té rojo africano, como también se le conoce, es una infusión que se extrae del Aspalathus linearis, una planta de origen sudafricano. Pero no solo se diferencia del té convencional por su origen, también porque no tiene teína. Esta cualidad, junto a un sabor menos amargo y más suave que el té, ha hecho que en los últimos años esta infusión haya ganado infinidad de adeptos.
Además de su inconfundible sabor, el rooibos es rico en calcio, hierro, zinc, potasio, magnesio, manganeso y otros muchos minerales. También contiene antioxidantes, flavonoides, quercitina y compuestos fenólicos. Por ello, y por otros aspectos importantes de su composición, es un magnífico aliado para nuestra salud.
Todo lo que el rooibos puede hacer por nuestra salud
Tomar una infusión de rooibos de manera habitual ofrece un sinfín de beneficios a nuestro organismo. Vamos a destacar solo diez:
1. Previene el envejecimiento celular: por su composición rica en antioxidantes, el rooibos ayuda a evita el daño que provocan los radicales libres. Por lo tanto, ayudaría también a prevenir enfermedades degenerativas, metabólicas o el envejecimiento cerebral.
2. Protege la piel y previene patologías cutáneas: no solo por los antioxidantes que contiene el rooibos, también por su elevado contenido en zinc. Aplicado de forma tópica, esta es una planta con propiedades calmantes y antiinflamatorias, además de que alivia en caso de acné y eczemas.
3. Mejora la circulación: el rooibos es un buen aliado para la salud cardiovascular, puesto que contiene flavonoides que contribuyen a disminuir la presión arterial. Además de ello, la quercitina es un buen aliado para controlar el colesterol.
4. Contribuye a mejorar la salud ósea: los minerales que contiene el rooibos son importantes para mantener nuestros huesos en buen estado y también nuestras articulaciones. Además, nuestros dientes necesitan de esos minerales para prevenir patologías como la caries o mantener las encías fuertes.
5. Es un aliado para el sistema digestivo: el rooibos es un antiespasmódico natural, de modo que puede aliviar cólicos y ayudar en digestiones pesadas, gases o irritación intestinal.
6. Es un antihistamínico natural: una de las propiedades del rooibos es que contribuye a regular la generación de histamina y a bloquear un exceso de producción. Este aspecto es muy importante para evitar o para controlar los efectos de las reacciones alérgicas.
7. Puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre: muchos estudios sobre el rooibos se centran en los últimos tiempos en analizar su efecto en personas con diabetes. En este sentido, parece que su consumo podría a ayudar a mejorar la resistencia a la insulina y la absorción de la glucosa.
8. Ayuda a relajarse y dormir: el rooibos no contiene teína y no solo eso, sino que tiene propiedades relajantes gracias a su riqueza en magnesio, un tranquilizante natural. Por ello, se puede tomar sin ningún inconveniente antes de acostarse.
9. Es energizante: la infusión de rooibos es una bebida adecuada para personas que practican deporte con regularidad, ya que ayuda al organismo a reponerse de los esfuerzos y recuperar los minerales perdidos en la práctica deportiva.
10. Personas con cálculos renales pueden tomarlo: a diferencia del té, el rooibos no contiene ácido oxilativo, una sustancia que puede contribuir a que los cálculos renales se hagan más grandes.
Por lo tanto, prácticamente cualquier persona puede tomar con regularidad una infusión de rooibos, tanto por sus propiedades como por su sabor, más dulce que el del té. Simplemente deben tener precauciones y consultarlo con el médico aquellos pacientes que estén tomando algún tipo de medicación.
Cómo tomar rooibos
El rooibos se prepara como cualquier otra infusión. Pero su particular sabor hace que se pueda tomar tanto frío como caliente y que siempre resulte delicioso. También se puede endulzar, aunque realmente no sea necesario. En este caso, se puede añadir un poco de azúcar o de miel. Pero, para conseguir un sabor aún más delicioso, también se puede acompañar de un toque de canela o de vainilla.
Los más atrevidos, además, pueden tomar el rooibos mezclado con un sinfín de ingredientes. Para paladares sencillos, mezclado solo con canela es delicioso. También lo es combinado con piñaa y coco; con plátano, chocolate y caramelo; con manzana canela y chocolate; o con jengibre y miel. Más picante, pero muy atractiva, es la mezcla de rooibos con cardamomo y canela.
El rooibos, por tanto, se puede tomar solo o en infusiones llenas de matices y siempre agradables para el paladar. Es importante, sin embargo, elegir siempre un producto de calidad, que haya sido cuidadosamente elegido. Solo de esa forma se podrá disfrutar no solo de su sabor, también de todas esas propiedades que tanto pueden hacer por nuestra salud y nuestro bienestar.