Para corregir el síndrome de los hombros caídos hay que empezar por reconocer que se puede tratar de una cuestión psicológica, depresión, autoestima y no sólo fisiológica. Hay personas que intentan atender esta situación con café, otras mejorando su postura, en otros casos con deporte, pero no hay que pasar por alto lo que aquí sucede.
¿Qué es el síndrome de los hombros caídos?
También se conoce con el nombre de síndrome cruzado anterior y es un dimorfismo postural. Lo que aquí sucede, es que los hombros van a llevarse hacia delante y la cabeza hacia abajo, es una postura donde la persona va a mirar hacia el suelo con frecuencia.
El problema es que la postura no afecta tan sólo los hombros, sino que ocasiona que la espalda se curva de más y más hacia adelante, formando así la denominada joroba o una cifosis dorsal.
Consejos para corregir los hombros caídos
En términos generales, la mejor solución es realizar ejercicios de estiramiento para corregir el síndrome de los hombros caídos, teniendo en cuenta que así se va a ir corrigiendo la postura, pero poco a poco. Algunas opciones interesantes son:
Rotación externa de hombros – Lo que se busca en este caso es llevar los hombros hacia atrás y mantenerlos en una postura correcta. Para esto lleve los hombros atrás por 30 segundos. El ejercicio se debe repetir cinco veces, en lo posible en varias ocasiones al día.
Rotación de hombros con el omóplato – Se busca una aproximación de los omoplatos al sacar el pecho y llevar los hombros atrás. Al llevar los hombros atrás hay que acercar los omoplatos al máximo. Mantenga esta postura por 30 o 40 segundos y repita en cinco ocasiones. Así se mejora el resto de la espalda.
Estiramiento de la zona pectoral – Sitúese frente una puerta para formar una T con los brazos. Ahora doble los codos para levantar los antebrazos y sostener el marco de la puerta. Si se da un paso al frente hay que sentir que los músculos se estiran. Mantenga la posición por 30 segundos.
Estiramiento espalda – Uno de tantos ejemplos es acostarse boca arriba y acercar una rodilla el pecho. Proceda a permanecer de este modo por unos segundos para cambiar de pierna. Otra alternativa es estiran un brazo y la pierna contraria al tiempo. Con ambos métodos se va a lograr aliviar la espalda que también es un objetivo.