No siempre se profundiza en este detalle, pero el agua representa un 75% de la masa cerebral, en ese orden de ideas, el agua no sólo es fundamental para el organismo en términos generales, sino para el órgano más importante de todos, el cerebro. En ese sentido, los estados de deshidratación suelen ocasionar que se experimenten dificultades a nivel cognitivo.
Relación entre el cerebro y la hidratación
Está claro que no se trata de remedios para la tos, pero la hidratación es clave para el cerebro por su propia composición, sin olvidar que el agua interviene en el equilibrio electrolítico y el metabolismo.
Considerando lo anterior, siempre se sugiere a las personas que mantengan un equilibrio en torno a la entrada y salida de agua. En el momento en que los líquidos no se reponen y se siguen perdiendo a través de la orina, sudor, entre otros mecanismos, son diversas las consecuencias que se pueden presentar.
Algunos de los resultados para el rendimiento cognitivo de la deshidratación tienen que ver con comprometer funciones como: atención de vigilancia, memoria a corto plazo, memoria de trabajo, reacción de elección.
¿Cómo reconocer los signos de deshidratación en el cuerpo?
Lo cierto es que, en principio, va a ser complejo que se reconozca que hay una disminución en el rendimiento cognitivo a causa de la deshidratación. Considerando lo anterior, siempre hay que estar muy atentos a señales como: piel fría y seca, ser excesiva, sequedad en la boca, fatiga muscular, disminución de la presión arterial, disminución de la orina, dolor de cabeza, mareos, irritabilidad o letargo.
En los casos en que se presente esta sintomatología, lo más importante es que se revise la ingesta adecuada de líquidos, al igual que sales minerales. En caso que no sea así, se trata de un aspecto que se tiene que reforzar. De igual modo, cuando hay señales de deshidratación grave, siempre se requiere de solicitar atención medica inmediata.
Resumen sobre deshidratación y cerebro
Tal y como se ha planteado en los párrafos anteriores, una hidratación adecuada es esencial para el cerebro, al igual que para cada uno de sus respectivas funciones. En cuanto se presenta una baja ingesta de líquidos, es muy probable que surjan problemas asociados con el rendimiento cognitivo. Por tal motivo, siempre es clave que se consuma agua y bebidas que pueden aportar electrolitos al organismo.