Los consejos que cuidan de tu salud son cada vez más conocidos en el mundo moderno, pero en ocasiones se los tiende a ignorar por diversas razones. En este caso, hacemos énfasis en las razones para dejar de fumar, recordando que este es un hábito que por su sola presencia en la vida de una persona implica un deterioro en la calidad de vida que en muchos casos no se pueden siquiera estimar.
Dejar de fumar para tener más tiempo de vida
Ya se ha comprobado a través de todo tipo de investigaciones científicas que fumar hace más corta la vida. Igualmente, hay estudios en los que se indica que un fumador vive en promedio una década menos en comparación con un no fumador. En otras palabras, abandonar este hábito es una manera de evitar que se reduzca la esperanza de vida.
Dejar de fumar para prevenir enfermedades
En la mayor parte de los casos, fumar se puede asociar fácilmente con la aparición de distintas enfermedades que afecten de modo notorio la calidad de vida. Entre las condiciones más graves que se puede mencionar, son distintos tipos de cáncer, males respiratorios y problemas cardiovasculares.
Todo lo anterior, en conjunto con muchas enfermedades más, van a significar una disminución notoria la calidad de vida. Hay que recordar que no se trata únicamente de acortar la vida, sino que se van a vivir muchos años entre hospitales, medicamentos, etcétera.
Dejar de fumar para incrementar el rendimiento físico
Es fácil notar que un fumador se fatiga con mucha más facilidad. Esto se puede observar al caminar por un tramo largo, subir las escaleras, entre otro tipo de actividades. Es decir, fumar puede privar a las personas de practicar muchos deportes, al igual que actividades físicas en las que necesita la persona de una cierta fortaleza respiratoria.
No fumar para mejorar la apariencia física
Con el cigarrillo la apariencia de la piel se va dañando paulatinamente, pues se hace más resecar y va a envejecer tempranamente. Así mismo, genera mal aliento, entre otros problemas dentales.
Incrementar el sentimiento autocontrol
La realidad nos dice que dejar de fumar no es un asunto que se pueda tomar como algo sencillo, porque no es fácil. Ahora bien, tampoco es difícil si existe una decisión consciente por parte de la persona. Eso sí, requiere de templanza, carácter y perseverancia, pero si se cumple con el objetivo, va a llevar a la persona que se incremente su voluntad y autocontrol.